Como podemos imaginar, la cadena alimenticia se presenta en cualquier medio donde haya vida. Claro está, los océanos no son la excepción.
Si bien comprendemos la dinámica de las cadenas tróficas terrestres, planta-consumidor-depredador-descomponedor, en el medio acuático existen variaciones.
Las principales diferencias de la cadena trófica acuática son: las cadenas son más largas, algunos productores son microscópicos, los productores son devorados totalmente, los depredadores siempre son más grandes que sus presas, y los humanos sí comen depredadores, como el atún o la merluza.
Que es una cadena alimenticia acuática
Una vez entendidas las diferencias entre las cadenas alimenticias de un medio y otro, pasemos a una breve ilustración. En el océano los encargados de la fotosíntesis son las algas y el fitoplancton.
Ambos son seres vegetales, los primeros son pluricelulares y los segundos son microscópicos. Estas formas de vida satisfarán sus necesidades metabólicas a través de la energía solar. A su vez, se convertirán en la fuente de energía de numerosas especies de peces como de otro tipo de plancton: el zooplancton.
Después de la aparición de los primeros consumidores, vendrán peces más grandes como los arenques o las anchoas. Estas especies servirán para abastecer las necesidades calóricas de peces mayores.
En el tercer nivel de consumidores encontramos especies como el atún, la merluza, el pez espada o el calamar. Cabe destacar que en los océanos participan consumidores no acuáticos como las gaviotas o los pelicanos.
Finalmente, entrará en escena el hombre, quien es capaz de incluir en su dieta a los atunes, los calamares y los cazones, crías de los tiburones.
Al igual que en la cadena terrestre, los superdepredadores perecerán y sus cuerpos serán descompuestos por bacterias, regresando los múltiples compuestos de materia al ambiente.
A partir de este tipo de materia y de la energía solar, el plancton comenzará una nueva cadena alimenticia.
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